miércoles, 16 de abril de 2014

Quién educa a mi hijo? De qué manera y con qué objetivo?




Cuando se tiene un hijo, temas como la educación y la crianza se vuelven protagonistas en las conversaciones y reflexiones familiares, o al menos ese ha sido nuestro caso. Desde que nuestro hijo, Tomás, llegó a nuestras vidas su padre y yo no paramos de hacernos una serie de preguntas relacionadas con su crianza (cómo queremos que sea el parto, su alimentación, de qué manera establecer límites, cómo gestionar sus ritmos, etc...) y su educación (cómo desarrollar su potencial de una forma respetuosa, qué valores y principios queremos transmitirle, de qué manera hacerlo, etc...). Tomás ha cumplido 3 años y según el "curso normal" de los acontecimientos parece ser que debemos elegir en qué colegio queremos que siga su "educación formal". 

En nuestra búsqueda no encontramos nada que nos convenza de corazón. Puede sonar muy extremista pero se trata de la educación de nuestro hijo, porque tendríamos que conformarnos con menos? En nuestra familia uno de los principios con los que intentamos construir nuestras vidas y que deseamos transmitirle a Tomás es el de la Coherencia. Coherencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Qué mejor forma de comenzar este camino que con una educación que sea coherente con nuestra forma de pensar, nuestros valores y principios? Durante este proceso de búsqueda llegó a nuestra manos una propuesta educativa totalmente diferente a la que establecen la mayoría de Estados, incluído el español; una propuesta con la cual resonamos de principio a fin. Una propuesta que se ajusta a nuestra familia, a nuestro estilo de crianza, a nuestra concepción de educación. Creo que para educar un hijo no hace falta ser profesional, se necesita interés, motivación y tener claro cuál es el objetivo de esa educación y de qué manera se quiere llevar a cabo.


Como fruto de esta reflexión concretamos cuál es el paradigma educativo bajo el cual queremos educar a nuestro hijo:


1.      Partimos del hecho de que el niño es curioso por naturaleza y tiene una motivación innata por aprender.


2.      El adulto que desempeñe el rol de educador debe ser un acompañante activo en este proceso. Activo me refiero a que debe observar atentamente al niño, identificar sus intereses, sus habilidades, la manera como suele aprender y proporcionar un entorno que responda a dichos intereses y sea lo suficientemente rico e interesante para que le estimule continuamente.

3.      La educación, por tanto, debe llevarse a cabo de una forma totalmente respetuosa. El niño,  capaz y lleno de talentos debe sentirse libre para descubrirlos  y desplegar todo su potencial, a su ritmo. La educación debe permitir al niño ser quien es y equivocarse sin castigarlo por ello. La educación debe, en esta medida, favorecer y valorar la diversidad.

4.      Quien sabe lo que le apasiona y le interesa, es el niño, no el adulto. Para nosotros se debe educar para ser y no para saber. La primera favorece la conexión del niño consigo mismo, con su ser, con lo que le hace sentirse auténtico, vivo; le permite construirse como un ser autónomo, crítico, auto- motivado y creativo…le brinda la posibilidad de disfrutar del camino (que no tiene porque ser lineal necesariamente) y disfrutar del aprendizaje. La educación para saber, está centrada en el conocimiento, muchas veces impuesto arbitrariamente y de muy fácil acceso en los tiempos en los cuales vivimos. Promociona la uniformidad y valora solo el resultado. Aprender es una obligación. El niño se construye sobre las expectativas y juicios de los otros. Es el otro quien sabe…lo que debo aprender, lo que me interesa, a qué ritmo debo ir, de qué forma debo descubrir el mundo, etc…

5.      El conocimiento del mundo está totalmente interconectado, la educación debe permitirle al niño descubrirlo de la misma manera y no de forma fragmentada por asignaturas. Dividir el conocimiento facilita la tarea del que enseña no de quien desea descubrirlo sin intermediarios.

6.      Libertad y Creatividad van de la mano. Libertad para imaginar, para arriesgarse, para tener ideas originales. La educación debe permitir el desarrollo de seres humanos responsablemente libres.

2 comentarios:

  1. Felicidades por esta entrada y bienvenidos al mundo de los homeschoolers.
    Un beso bonita.

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  2. Ay mi querida Yvonne. Gracias por vuestro apoyo y generosidad. Un abrazo!

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