martes, 22 de abril de 2014

"Desafíos del homeschooling"


Miniatura

Siempre que se emprende un camino, existen dudas y miedos; miedo a no ser capaz, a equivocarte, a las opiniones de los otros (sobre todo de aquellos a quien quieres), a sentirte sólo, etc...Cuando, además, ese camino no suele ser el que la mayoría elige, se suma el miedo a lo "desconocido". Sin embargo, este último, a mi modo de ver, tiene fácil solución...INFÓRMATE!
La mayoría de las dudas que nos surgieron cuando contemplamos la alternativa de educar sin cole a nuestro hijo se fueron resolviendo a medida que conocíamos de que iba todo esto: dentro de qué marco legal nos movemos si decidimos llevarlo a cabo?, qué metodología o metodologías se utilizan para llevar a cabo esta educación? con qué recursos contamos? qué características deben tener los padres homeschoolers? qué beneficios le aportará a nuestro hijo este tipo de educación? qué desventajas existen para los niños y padres que optan por esta alternativa? cómo son las familias que hacen homeschooling? cómo son los niños que están siendo o han sido educados de esta forma? de qué forma socializan? cómo aprenden? los padres que optamos por esta forma de educar necesitamos algún tipo de preparación-formación? cómo se organiza una familia homeschooler? cómo es el día a día de estas familias? cómo debe ser la disposición física del hogar para suplir las necesidades de espacio y estímulo del niño? cómo se gestiona el tiempo para el niño, para mamá, para papá, para la pareja, para la familia? qué tipo de presupuesto se necesita para llevar a cabo esta educación?
Estas son sólo algunas de las preguntas que nos surgieron y a las cuales hemos o vamos dando respuesta. Es maravilloso; en un principio este mar de dudas te puede resultar paralizante, pero en realidad es un estímulo diario porque con cada pregunta nuestra mente se muestra dispuesta a aprender y con cada respuesta (ya sea dada por un blog de padres homeschoolers, libros, artículos, grupos de apoyo a través de la red, vídeos, visitas a familias homeschoolers o conversaciones cara a cara con las mismas o un encuentro de varios días con familias homeschoolers españolas) nuestra familia se enriquece con diversidad, humanidad, inspiración, valentía, humildad y creatividad. Durante estas vacaciones de Semana Santa mi familia y yo compartimos unos días con esta comunidad homeschooler y regresamos recargados. Encontramos una tribu con la que vibramos en muchos temas que son parte esencial de nuestra vida familiar como la alimentación natural, la crianza con apego, el consumo responsable, la educación en libertad, el respeto por la diferencia, la necesidad de crecimiento continuo, etc...Las respuestas a nuestras preguntas se ampliaron y tuvimos esa mágica sensación de estar en el lugar correcto. Aquella sensación del comienzo, de estar solos, de no pertenecer, se desvaneció por completo. Por eso consideramos que es vital en este proceso contar con redes de apoyo de cualquier tipo. Educar y criar de forma consciente a un hijo implica un crecimiento constante por parte de nosotros como padres; y ello conlleva momentos de intensa reflexión, estar dispuestos a salir de nuestra zona de confort, cuestionarnos muchas cosas, sanar y seguir adelante. Este proceso es emocionalmente costoso pero los resultados son la motivación más efectiva. Mi compañero y yo sentimos que somos mejores seres humanos, mejor compañero para el otro, mejores padres y una familia con muchos más momentos de felicidad y satisfacción. Los recursos están allí, al alcance de todos los que queramos aprovecharlos. La comunidad homeschooler está llena de ganas por acoger a todos aquellos que deseen emprender este camino, lo se por experiencia. Pues bien, como ya me siento parte de esta tribu, quisiera compartir algunos de esos recursos que tanto nos han ayudado en este proceso:

-El programa de La Gran Guía de la Educación Infantil dirigido por María José Cifuentes (al comienzo de este escrito encontraréis un programa en el que varias madres compartimos nuestra experiencia durante este proceso de decisión. Considero que escuchar estos testimonios, distintos y similares a la vez, resulta muy útil).
-El grupo de Mastermind sobre Educación en casa y Crianza consciente gestionado por María José Cifuentes.

Son muchos los blogs que me han sido de utilidad en este camino, sin embargo, quiero compartir aquellos 3 con los cuales he resonado más, por la forma como escriben, por los temas que tratan, etc...:
-Aprendiendo todos de todo de Yvonne Laborda http://welivelearning.blogspot.com.es/
-Aprende con alas de Laura Castellaro http://www.aprendeconalas.com/category/blog
-Aprendizaje Supraescolar de Priscila Salazar http://www.supraescolar.com/blog/

Para terminar y hacerle justicia al título de este post (que en realidad es el título de uno de los programas de María José) quisiera compartir los retos y desafíos que tiene nuestra familia en este proyecto de vida que es educar sin escuela; y todo aquello que nos anima a seguir adelante:

Retos y Desafíos:

-La desescolarización progresiva de nosotros como padres:
  • Confiar en nuestro hijo, en su potencial, en su criterio, en su capacidad innata de aprender, en su curiosidad, en su motivación.
  • Confiar en nosotros como padres, en nuestra capacidad de cambio, de renovación, de reflexión.
-Mantener a raya las opiniones críticas sobre nuestra decisión de educar sin escuela. Que las críticas de otros no se conviertan en nuestros temores.
-Proporcionarle a Tomás un ambiente rico y estimulante, en el que disfrute aprender.
-Ser consciente de que educar sin escuela es nuestro proyecto de vida familiar y que para que funcione es importante que estemos dispuestos a revisarlo y modificarlo siempre que las necesidades de nuestra familia así lo requieran.
-Criar y educar a  nuestro hijo de forma consciente y respetuosa estando dispuestos a crecer continuamente, aunque eso nos represente cierta incomodidad.

Lo que nos anima:

-Las reacciones gratamente sorprendentes de la mayoría de nuestros familiares y de aquellos amigos a los que les hemos compartido nuestra decisión.
-Contar con esta maravillosa tribu en la red, y en la comunidad en la que vivimos.
-Lo que descubrimos en nuestro hijo cada vez que le dejamos ser quien es, lo que nos enseña, el brillo de su alma y su felicidad cada vez que es fiel a sus intereses y a sus pasiones.
-La tranquilidad con la que vive sus equivocaciones cuando nosotros no interferimos.
-El privilegio de verle aprender y descubrirse cada día. Esto lo vale todo!

miércoles, 16 de abril de 2014

Educar sin escuela: Una historia de reflexión profunda, consciencia y compromiso


En nuestra familia, el cambio se comenzó a gestar cuando decidimos convertirnos en padres, hace aprox. 5 años. Dentro de nuestra familia (como lo he mencionado en un post anterior) uno de los principios más importantes es el de la coherencia (entre lo que pienso, siento, digo y actúo), nos esforzamos día a día para que sea una realidad en nuestra vida. En ese momento, el tema era la alimentación, cómo queríamos alimentar a nuestro hijo?. Queríamos que desde pequeño fuera consciente de que somos lo que comemos y que la forma cómo nos alimentamos es clave para nuestra salud. Nos dimos cuenta que el cambio tenía que comenzar con nosotros, esta nueva forma de alimentarnos (natural y ecológica) tenía que ser parte de nuestra familia antes de que Tomás llegara a nuestras vidas, una forma de asegurar este aprendizaje sería con el ejemplo. Pues bien, así fue. Cuando me quedé embarazada sucedió en nosotros otra “revolución”: LA CRIANZA. De qué forma queríamos criar a nuestro hijo? Eso qué implicaba, pues preguntarnos cosas como: cómo queríamos que fuera el parto, qué rol queríamos que tuviera papá, cómo hacer la lactancia, cómo gestionar el sueño, etc… Siguiendo un poco esta línea natural y respetuosa con nosotros mismos (que ya había tenido acogida con el tema de la alimentación en nuestra familia), comenzamos a descubrir una serie de información y de experiencias al respecto con las que resonamos de una forma increíble. La lactancia a demanda, el colecho, el respeto por los ritmos del bebé, la necesidad de contacto del bebé, la necesidad de sentirse acogido y protegido por sus padres, eran cosas que para nosotros tenían muchísimo sentido. Personalmente, creo que la revolución interior fue mucho mayor para mí que para mi pareja, porque mi formación como psicóloga en todos estos temas de crianza era bastante diferente (prolongar la lactancia puede ser contraproducente para la autonomía y la madurez emocional del niño, el colecho puede afectar la relación de pareja, el niño debe aprender a dormirse solo, etc..). Eran una serie de planteamientos que se alejaban por completo de mi sentir como madre. Mi razón y mi intuición iban por direcciones distintas. Entonces, realicé uno de los aprendizajes más importantes que he hecho como madre: darle a mi intuición el lugar que me estaba reclamando. Porque el vínculo con mi hijo, es algo que me sale de las entrañas, es emoción pura, es algo que me cuesta explicar con palabras, pero que todas las que somos madres sabemos perfectamente de qué estamos hablando. En ese momento, se resolvió mi dilema y nos decantamos por la Crianza con apego. Hemos hecho colecho con nuestro hijo hasta los 2 años y medio, con 3 añitos sigue tomando el pecho, y hemos optado por una crianza consciente y respetuosa, seguimos trabajando en ello, aprendiendo y practicando cosas de esta forma de crianza, cada día, porque también en este tema hay muchísimas creencias que revisar y cambiar….pero conforme nos vamos formando en ello y lo vamos aplicando, nos damos cuenta que es lo mejor para nuestro hijo, para nosotros como padres y una oportunidad infinita de crecimiento como seres humanos. Se ha convertido en una decisión totalmente coherente con lo que pensamos, sentimos y deseamos hacer en nuestra familia. La tercera revolución personal llegó con la pregunta sobre cómo queremos educar a Tomás? Qué herramientas desearíamos que tenga para construir su vida en un entorno tan cambiante y exigente como en el que vivimos? De qué manera podríamos, nosotros como padres, contribuir en ese proceso? Cuando estas preguntas comienzan a rondar tu cabeza, te vuelves mucho más sensible a toda la información relacionada con este tema. Te afecta considerablemente y te indigna lo que escuchas en los telediarios, lo que lees en los periódicos, lo que te cuentan personas cercanas al ámbito escolar, etc…y es entonces, cuando comienzas a buscar alternativas, la intuición te dice que debe existir, como en todo, otra forma de hacer las cosas. Primera señal, mi pareja y yo vemos un programa en el que entrevistan a Ken Robinson. Un hombre trasgresor en sus planteamientos, sensato y visionario. Nos dejamos cautivar por la lógica aplastante de todo lo que expone sobre lo obsoleto del paradigma educativo y sus implicaciones nefastas en la creatividad, autenticidad y potencial de los niños. Después de leer uno de sus libros “El Elemento”, mi pareja y yo somos terreno fértil para recibir más información de este tipo. Pasado un tiempo vemos unos documentales sobre educar en casa y se nos remueve todo por dentro: primera sensación, “eso es lo que quisiéramos hacer”, miedos “no somos profesores, ni pedagogos, no seremos capaces”, resultado…seguimos adelante, inconformes pero sin tomar cartas en el asunto. Tomás aún es pequeño y aunque va a la guardería (desde el año y medio) la decisión sobre su escolarización no es inminente. Finales del año pasado y teniendo cada vez más cerca las fechas de preinscripciones escolares, volvemos hablar del tema. En el cole de mi hijo nos  entregaron una evaluación de mitad de curso contándonos su desempeño en distintas áreas. De acuerdo, con este existen dos elementos problemáticos o que pueden ser motivo de preocupación (según sus profes): el primero es que su desarrollo del lenguaje va retrasado en relación con la media de su edad (algo en lo que coinciden muchos de los profesionales de la salud), “no calla” pero se le entiende poco. Lo segundo, es que “no muestra interés al participar en las actividades que se le sugieren, va muy a la suya y sólo se concentra en lo que le interesa”. Interesante! Nosotros leemos atentamente, reflexionamos al respecto y llegamos a la siguiente conclusión: es cierto, Tomás dice pocas palabras con claridad, no calla, está expuesto a tres lenguas (castellano, inglés y catalán), cada vez arma más frases y dice menos palabras sueltas, pero es cierto lo hace un poco más lento que otros niños. Nos hemos asegurado que no tenga un problema de audición y como es un niño muy sociable y afectuoso consideramos que no tenemos porque preocuparnos; este es su ritmo. Por otro lado, que se concentre en lo que le interesa me parece totalmente lógico y tal vez por eso nos resultó tan revelador este comentario. Mi intuición volvió al ataque…y le dije a mi pareja: “hay algo en mí que me dice que a Tomás la escuela tradicional no le hará bien. Aunque me preocupa que no le permita desarrollar todo su potencial lo que más temo es que le haga daño, con etiquetas, con estereotipos y expectativas injustas de cómo es que se debe comportar”. Porque si hay algo que resalto de su personalidad es que no es un niño dócil, nunca lo ha sido. Y yo sinceramente, siento que es porque tiene muy claro lo que piensa o siente, aunque en ocasiones yo no lo comparta y me resulte agotador. Pero considero que acompañándole de forma respetuosa puede convertirse en una herramienta muy útil y valiosa a lo largo de su vida. Entonces, volvemos hablar de la posibilidad de educar en casa, a mi pareja le asaltan los miedos y yo le tranquilizo diciéndole que no tenemos que decidir nada ya, que me informaré sobre el tema legal, contactaré con gente que lo haga, conoceremos su experiencia, lo iremos procesando poco a poco y ya veremos. El resultado final es que hemos decidido educarle sin escuela, los miedos se van desvaneciendo cada vez más y hemos empezado hacer parte de una tribu en la que nos sentimos, afortunados, estimulados e inspirados cada día. El programa de La Gran Guía de la Educación Infantil (https://www.youtube.com/channel/UCU-gEQnIhZVPT4HYgwBYvWg), gente como María José Cifuentes, mis compañeras del Mastermind de Educación en casa y Crianza Consciente, Yvonne Laborda (http://welivelearning.blogspot.com.es/) y su familia a quien hemos tenido el placer de conocer personalmente, todos aquellas madres y padres que comparten su experiencia a través de blogs y escritos a través de la red, y familiares y amigos cercanos que con su respuesta nos han sorprendido gratamente, se han convertido en un apoyo esencial en este camino que estamos recorriendo mi familia y yo.

Quién educa a mi hijo? De qué manera y con qué objetivo?




Cuando se tiene un hijo, temas como la educación y la crianza se vuelven protagonistas en las conversaciones y reflexiones familiares, o al menos ese ha sido nuestro caso. Desde que nuestro hijo, Tomás, llegó a nuestras vidas su padre y yo no paramos de hacernos una serie de preguntas relacionadas con su crianza (cómo queremos que sea el parto, su alimentación, de qué manera establecer límites, cómo gestionar sus ritmos, etc...) y su educación (cómo desarrollar su potencial de una forma respetuosa, qué valores y principios queremos transmitirle, de qué manera hacerlo, etc...). Tomás ha cumplido 3 años y según el "curso normal" de los acontecimientos parece ser que debemos elegir en qué colegio queremos que siga su "educación formal". 

En nuestra búsqueda no encontramos nada que nos convenza de corazón. Puede sonar muy extremista pero se trata de la educación de nuestro hijo, porque tendríamos que conformarnos con menos? En nuestra familia uno de los principios con los que intentamos construir nuestras vidas y que deseamos transmitirle a Tomás es el de la Coherencia. Coherencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Qué mejor forma de comenzar este camino que con una educación que sea coherente con nuestra forma de pensar, nuestros valores y principios? Durante este proceso de búsqueda llegó a nuestra manos una propuesta educativa totalmente diferente a la que establecen la mayoría de Estados, incluído el español; una propuesta con la cual resonamos de principio a fin. Una propuesta que se ajusta a nuestra familia, a nuestro estilo de crianza, a nuestra concepción de educación. Creo que para educar un hijo no hace falta ser profesional, se necesita interés, motivación y tener claro cuál es el objetivo de esa educación y de qué manera se quiere llevar a cabo.


Como fruto de esta reflexión concretamos cuál es el paradigma educativo bajo el cual queremos educar a nuestro hijo:


1.      Partimos del hecho de que el niño es curioso por naturaleza y tiene una motivación innata por aprender.


2.      El adulto que desempeñe el rol de educador debe ser un acompañante activo en este proceso. Activo me refiero a que debe observar atentamente al niño, identificar sus intereses, sus habilidades, la manera como suele aprender y proporcionar un entorno que responda a dichos intereses y sea lo suficientemente rico e interesante para que le estimule continuamente.

3.      La educación, por tanto, debe llevarse a cabo de una forma totalmente respetuosa. El niño,  capaz y lleno de talentos debe sentirse libre para descubrirlos  y desplegar todo su potencial, a su ritmo. La educación debe permitir al niño ser quien es y equivocarse sin castigarlo por ello. La educación debe, en esta medida, favorecer y valorar la diversidad.

4.      Quien sabe lo que le apasiona y le interesa, es el niño, no el adulto. Para nosotros se debe educar para ser y no para saber. La primera favorece la conexión del niño consigo mismo, con su ser, con lo que le hace sentirse auténtico, vivo; le permite construirse como un ser autónomo, crítico, auto- motivado y creativo…le brinda la posibilidad de disfrutar del camino (que no tiene porque ser lineal necesariamente) y disfrutar del aprendizaje. La educación para saber, está centrada en el conocimiento, muchas veces impuesto arbitrariamente y de muy fácil acceso en los tiempos en los cuales vivimos. Promociona la uniformidad y valora solo el resultado. Aprender es una obligación. El niño se construye sobre las expectativas y juicios de los otros. Es el otro quien sabe…lo que debo aprender, lo que me interesa, a qué ritmo debo ir, de qué forma debo descubrir el mundo, etc…

5.      El conocimiento del mundo está totalmente interconectado, la educación debe permitirle al niño descubrirlo de la misma manera y no de forma fragmentada por asignaturas. Dividir el conocimiento facilita la tarea del que enseña no de quien desea descubrirlo sin intermediarios.

6.      Libertad y Creatividad van de la mano. Libertad para imaginar, para arriesgarse, para tener ideas originales. La educación debe permitir el desarrollo de seres humanos responsablemente libres.